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Malezas: una preocupación nacional

Malezas: una preocupación nacional

Organizada por INTA Oliveros, la Jornada Nacional de Malezas convocó a referentes de todas las zonas para dimensionar el problema y debatir soluciones conjuntas.
Malezas: una preocupación nacional

El agro nacional se enfrenta hace tiempo a una problemática de grandes dimensiones, las malezas resistentes. Esto quedó demostrado en la reciente Jornada Nacional de Malezas, convocada por INTA Oliveros, con su fuerte componente político y técnico en las figuras convocadas.

Juan Pablo Cristófalo, Responsable de Adama Argentina en zona norte de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos fue “nuestros ojos” en el evento. “La jornada estuvo muy concurrida, muchos técnicos y productores”, relató.

Entre los referentes en cuestiones técnicas, contaron Juan Carlos Papa, Graciela Guevara, Daniel Tuesca, Pablo Belluccini, Marcelo Vega y Ramón Gigón.

“Se hizo mucho foco en manejos integrados y en no apuntar sólo a la herramienta química”, reparó Cristófalo. “En manejos integrados, contemplar donde sea necesario el uso de labranzas, la rotación de cultivos, el estrechamientos de hileras, las fechas de siembra, el monitoreo de lotes, y la necesidad de anticiparse a la problemática conociendo el historial del banco de semilla en cada uno de ellos”.

Un componente estructural del sistema agropecuario fue parte del debate: los arrendamientos. “Se disertó respecto al cambio que debería suceder en el sistema de arrendamiento actual, bajo el cual se produce el 60 % a nivel país”, resaltó Cristófalo.

Entre las herramientas químicas disponibles, “se hizo fuerte hincapié en la rotación de modos de acción, el mayor uso de residuales y en las posibles combinaciones con mejor respuesta y control”.

También se apuntó a los mejores momentos fenológicos de las malezas para decidir las aplicaciones, aunque la coincidencia apunta a que “cuanto más temprano, mejor”.

Malezas por zona. Cada disertante, por su lado, remarco la presión de las malezas más relevantes por área de influencia.

El Ing. Ag. Daniel Tuesca (zona núcleo) hizo mención a Conyza, Commelina, Chloris, Sorgo de Alepo, Amaranthus, Viola, Parietaria y Digitaria Insularis.

“Las encuestas muestran que empieza a preocupar mucho Amaranthus, Hibridus y Palmeri”, remarcó Tuesca.

“Otra de las malezas que preocupan, una vieja conocida, es el Sorgo de Alepo pero ya resistente a glifosato y ya últimamente resistente a algún graminicida, por lo que se complica su manejo”.

Por otro lado, mencionó que un grupo de gramíneas como las Chlorídeas – Chloris y Trichloris- están avanzando muy rápidamente.

“Hay que ser más proactivos. En cuanto a Amaranthus, bajar la cantidad de semillas en el suelo con residuales. Una técnica que puede funcionar es la de superponer residualidades de herbicidas, para no darle chance a que la maleza germine. En cuanto a Sorgo, lo mismo”, precisó a la hora de las conclusiones.

Luego, resaltó que a cada maleza le corresponde su estudio específico. “La generación de información empieza a ser muy importante para posicionar mejor las estrategias de manejo”.

A su turno, el Ing. Ag. Ramón Gigón (INTA Barrow) remarcó la fuerte presión de Lolium y Avena Fatua y Conyza entre las malezas más complicadas de su zona para la primera etapa de la campaña. También se refirió a la presencia de Brasicaceas resistentes a Glifosato y ALS. El eje, los problemas que genera el mal uso de las herramientas químicas.

“La maleza número 1, la más problemática a nivel mundial, es el raigrás. En los años 80´ empezó a aparecer de manera natural, se hicieron siembras como forraje y se fue asilvestrando y ahora tenemos bancos de semilla de esa maleza”, historizó. “Es una maleza que genera resistencia a múltiples herbicidas y nos quedamos sin herramientas químicas. Es imprescindible volver a integrar prácticas fuera de uso. Sí o sí tenemos que apelar al control cultural y a veces al mecánico”, refirió.

Por su parte, Marcelo de la Vega (NOA) hizo foco en Amaranthus, Borreria y Gomphrena. “El 85% de nuestros lotes tiene presencia del complejo Chloris/Trichloris”, alertó.

Acerca de las posibles soluciones, De la Vega afirmó que “si no conocemos al enemigo, no tendremos éxito en enfrentarlos. Tenemos que conocer qué les gusta a las malezas, y conocer la interacción ambiente- cultivo- maleza. Tenemos productos muy eficaces, pero no son eficientes en lograr el cometido de control y eso muchas veces tiene que ver con el ambiente.

El Ing. Ag. Pablo Beluccini (Córdoba) coincidió en señalar a Amaranthus como la más preocupante de las malezas. “Tiene una capacidad de colonizar los lotes muy grandes. Por eso, evitemos la introducción con las máquinas cosechadoras. Y evitemos hacer soja sin uso de herbicidas residuales”.

Finalmente, Graciela Guevara (NEA) dio su panorama: “fundamentalmente entre las de hoja ancha, vemos Borreria y Gomphrena. Respecto a las gramíneas, en este momento el Pasto amargo o Digitaría insularis, los Chloris y en una zona, el Pappohorum”. La especialista marcó como importante el hecho de monitorear el lote permanentemente. Y considerar el barbecho “como un cultivo más”. “Diagnósticos tempranos aseguran mayor éxito”, finalizó.